Narrar lo cotidiano no es fa虂cil, pero Bele虂n Gopegui (Madrid, 1963) lo hace con una sencillez extraordinaria. Existiri虂amos el mar es una historia de amor. Es tambie虂n una historia de amigos, de dificultades, de angustias y de miedos. Una novela que encierra tantas vidas que duele. Duele porque es universal el dolor y es universal porque es humano. Muy humano. El lector sentira虂 como propios los pensamientos y las preocupaciones de Lena, Ramiro, Camelia, Jara y Hugo, haciendo suyos sentimientos como la fragilidad, el aislamiento o la deshumanizacio虂n a la que esta虂n sometidos fruto del trabajo asalariado.

Bel茅n Gopegui fotografiada por Xoan A. Soler, para La Voz de Galicia, 2022
Lo individual y lo colectivo se confunden en Existiri虂amos el mar. El retrato individual alterna con planos ma虂s generales donde un piso compartido se convierte en un espacio de resistencia y solidaridad entre iguales. En el nu虂mero veintise虂is de la madrilen虄a calle Marti虂n de Vargas cenan, charlan y conviven nuestros protagonistas hasta que un di虂a, de la noche a la man虄ana, Jara desaparece sin dejar ningu虂n aviso. Dos cientos noventa euros sobre su cama, lo correspondiente a un mes de alquiler para no hacer la faena al resto de compan虄eros es lo u虂nico que queda. No tiene trabajo. Esta虂 en paro. Y esta situacio虂n que arrastra desde hace algu虂n tiempo le produce una desalentadora inestabilidad emocional. Gopegui conoce bien el sustrato con el que trabaja (las relaciones personales, humanas) y a ratos nos hace creer que la novela que tenemos en las manos es un ensayo sociolo虂gico y no un libro de ficcio虂n.
El ritmo pausado, lo li虂rico del lenguaje y la naturalidad con la que aborda las situaciones cotidianas hacen de la novela una lectura imprescindible para cualquier tipo de pu虂blico, familiarizado o no con la obra de la escritora madrilen虄a. Es, sin lugar a dudas, una novela muy gopeguiana que dibuja una constante tensio虂n entre el desa虂nimo y la esperanza, entre la frustracio虂n y la confianza en las propias fuerzas. Habla de sindicatos, de militancia, de espacios en los que convergen hombres y mujeres muy diferentes pero atravesados todos por preocupaciones comunes como el no llegar a fin de mes o poder pagar el alquiler. Escrita durante la pandemia, Existiri虂amos el mar pertenece a ese nuevo ge虂nero de narrativa que aborda los cambios sociales que hemos vivido en los u虂ltimos meses.
El motivo de la desaparicio虂n de Jara tendra虂 que descubrirlo el lector a trave虂s de un camino que esta虂 lleno de preguntas a si虂 mismo. Es, en definitiva, una novela que rebosa cercani虂a y desde el principio nos acoge con los brazos abiertos como el amigo que nos abre las puertas de su casa. Su lectura es un ejercicio de honestidad. Una reflexio虂n urgente, pero pausada; colectiva, pero individual, elaborada al calor de la observacio虂n cotidiana y que nos llama a levantar la cabeza y mirar lejos frente a la incertidumbre.