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Un 14 de noviembre de 1921, fruto de la fusión del Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español, nace en Madrid el Partido Comunista de España – Sección Española de la Internacional Comunista. Poco después, con él, se fundaría también la Unión de Juventudes Comunistas (UJC). Indudablemente, esta fecha supuso un antes y un después para nuestra clase. Por ello, desde hace tiempo, como herederos de la histórica Juventud Comunista y sus mejores tradiciones de lucha, los CJC celebramos cada 14 de noviembre el Día de la Juventud, llevando a cabo a lo largo y ancho del país diferentes acciones y eventos en conmemoración del aniversario del Partido y la Juventud Comunista en España.

Este año, el Día de la Juventud ha estado marcado por la publicación del Cuadernillo del Nuevo Militante, documento que recoge una introducción a la historia, principios y propuesta política de los CJC y que viene a convertirse en el primer ladrillo en la formación comunista de cada vez más jóvenes. Para su difusión, en el marco del Día de la Juventud, los CJC hemos llevado a cabo diferentes charlas de presentación en ciudades como Barcelona, León o Sevilla. Charlas que, no obstante, se han seguido y se seguirán organizando en los próximos meses en las principales ciudades del país.

Por otra parte, como cada año, el Día de la Juventud ha significado una jornada de camaradería y fomento del ocio popular, que ha contado con actividades tales como rutas históricas en Madrid y Gijón, comidas populares en Málaga y Granada o la tradicional entrega de carnés en otras tantas ciudades a aquellos militantes que han ingresado recientemente en nuestra organización.

Lejos de una mirada contemplativa, los CJC celebramos cada una de estas actividades recordando la fundación de la Juventud Comunista con una clara vocación: recoger el testigo de aquellos luchadores que a lo largo de la historia han tejido el hilo rojo de nuestra clase. Un hilo rojo que llega a nuestros días habiendo pasado por las manos de miles de jóvenes que, como Aída Lafuente, Trifón Medrano o Lina Ódena, levantaron la bandera roja como símbolo de lucha contra quienes exprimen y sangran a nuestra clase. No existe mayor homenaje a su memoria que continuar su legado organizando a la Juventud Comunista en los espacios de vida de nuestra clase, haciendo de cada uno de ellos una barricada en pie de guerra contra el capitalismo contemporáneo.