El martes 15 de febrero la Junta de Andalucía aprobaba en el Consejo de Gobierno dos proyectos de ley que marcarán la luz verde para la realización de dos Universidades privadas. La primera será la Universidad CEU Fernando III en el municipio sevillano de Bormujos y la segunda la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterráneo (Utamed), que se instalará en Málaga y ofrecerá formación online.
La apertura de estos dos centros universitarios privados ocurre en un contexto marcado por la crisis generalizada, y que responde no a las demandas de los y las estudiantes sino a los intereses de aquellas empresas que buscan nuevos mercados para aumentar sus beneficios. A su vez, se esclarece una vez más cómo la educación se adapta a las necesidades productivas de la división del trabajo
Estas dos universidades de Sevilla y Málaga serán dirigidas por los monopolios educativos de CEU y MEDAC, los cuales ya tienen presencia en nuestra región. En el primer caso, la Universidad CEU Fernando III ofrecerá siete grados y cinco másteres. Al mando del proyecto estará Alfonso Bullón de Mendoza presidente a su vez de la institución de enseñanza CEU y de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). En el caso de Málaga, la Universidad Tecnológica contará con seis grados, siete másteres y un título de doctorado. La promotora del proyecto es Sapere Aude Arco Mediterráneo S.L, una firma que fue propietaria de la escuela de formación profesional MEDAC (vinculada en el pasado al Exconsejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda). Este ejemplo sirve de forma meridiana para señalar el carácter de la educación en el sistema capitalista, como formadora de mano de obra y como correa de transmisión ideológica.
Por otra parte, la apertura de universidades privadas se produce en un contexto de expulsión de los y las estudiantes de extracción obrera y popular de las enseñanzas superiores debido al empeoramiento de sus condiciones de vida por efecto de la crisis económica. Todo ello unido a la oferta académica que ofrecen estos centros educativos que supone un obstáculo más para que los jóvenes puedan acceder a ellos.
Se da una situación similar a la de las enseñanzas medias y concertadas con el cierre de líneas públicas y el famoso concepto de “demanda social. Este mecanismo podría ser utilizado para la transferencia de capital público a manos privadas tal y como ocurre con los conciertos educativos. Esto puede derivar en el cierre de las universidades públicas con menos recursos de la región, es el caso de la Universidad de Cádiz y la Universidad de Jaén.
Los CJC Andalucía plantaremos cara ante la apertura de estas universidades y hacemos nuestras todas las reivindicaciones del estudiantado, en camino hacia una educación al servicio de la clase obrera y no de los capitalistas.