Los miles de jóvenes que trabajan en el sector prodelivery son uno de los colectivos más afectados por las consecuencias del temporal y las nevadas de estos días. Algunas empresas como Burger King, Domino’s Pizza, Telepizza o JustEat mantienen a las plantillas trabajando y estos días han salido a repartir en moto por muchas de nuestras ciudades. La ola de frío y las nevadas no son suficientes para que se detenga la rueda del beneficio.
A lo anterior se suman las empresas que utilizan falsos autónomos como repartidores: Glovo, Ubereats o Deliveroo, en las que la situación de los trabajadores es todavía más precaria. No solo no se detiene el reparto en muchos lugares, sino que, además, el proceso de individualización de las relaciones laborales impone a los trabajadores un cruel dilema: o salir a repartir exponiéndose a un accidente o quedarse sin trabajar y sin recibir ingresos. Estos días los hemos visto llevando pedidos andando para evitar accidentes, exponiéndose a ellos pedaleando o incluso atravesando calles madrileñas con esquís. El mísero plus que reciben algunos repartidores por trabajar estos días no enmascara la gravedad de la situación de exposición a evidentes riesgos laborales.
Estamos ante impactantes ejemplos de lo que supone la uberización en el sector prodelivery, un proceso que intenta acelerar parte de la patronal del sector para remontar ganancias mediante la ultraflexibilización de la mano de obra y el consecuente deterioro de importantes derechos de protección laboral que ha costado décadas arrancar al movimiento obrero.
Desde los CJC reiteramos, ante la profundidad de los ataques que supone el proceso de uberización, la necesidad de articular una lucha de base en el sector. Detrás de los intentos de revestir de modernidad y emprendimiento al trabajo de los riders no hay sino un interés de recrudecer la explotación de los trabajadores del sector para aumentar el beneficio empresarial.
Volvemos a señalar al Gobierno y al sistema como culpables. A pesar de la sentencia del Tribunal Supremo, se ha rechazado abiertamente la posibilidad de obligar a la patronal del sector a contratar a los riders, y de hecho este mes continúa la elaboración de una Ley Rider que regularice la situación de extrema desprotección y explotación de los trabajadores y contente a la patronal.
Hoy trasladamos nuestro apoyo a todos los trabajadores del sector, les animamos a luchar ante los ataques inminentes y a unirse a la Juventud Comunista para luchar contra toda forma de explotación y toda forma de gestión de los intereses del capital.
Oficina de Prensa del CC de los CJC.