Los CJC de Castilla y León hemos realizado en el último mes una campaña sobre uno de los problemas que tristemente más preocupan a la juventud: la salud mental.
Comenzamos en Burgos el pasado fin de semana desplegando una pancarta en el Hospital Universitario. Esta campaña la presentamos bajo el lema “Resignarse es dejarlos vencer”, haciendo un llamamiento a la juventud a no asumir el hastío y la tristeza como norma y vinculándolo a la campaña general de movimiento obrero, porque es precisamente la contradicción capital-trabajo el origen de muchos de los problemas que aquejamos los jóvenes de extracción obrera.
La pancarta desplegada reza “Castilla y León: 4 plazas PIR por cada 100.000 habitantes”, una cifra que muestra la dificultad que tenemos los castellanoleoneses para acceder a atención psicológica, pues la escasez de profesionales se traduce en largas listas de espera, dificultad para que te deriven, sesiones muy espaciadas… Además, los profesionales de la salud mental se encuentran con un exceso de pacientes que supone estrés y saturación laboral.
César D. ha sido el encargado de explicar en un vídeo nuestra posición al respecto, dejando claro que los comunistas estamos en contra de la estigmatización de los pacientes de psicología y psiquiatría, pero que creemos que el debate no se puede reducir solo a la “normalización”. Hay que crear una estructura material que permita a aquellos trabajadores que necesitan tratarse poder hacerlo, cosa que actualmente no sucede puesto que, por un lado, la sanidad pública no da abasto y por otro la privada – que no debería siquiera existir – tiene unos precios inasumibles para los jóvenes con sus trabajos precarios.
Continuamos la campaña en el Hospital Universitario de León, donde Carmen V. señala que, según recogen las encuestas, el 66% de los jóvenes sitúa la salud mental entre sus principales preocupaciones. Y no es para menos: la nefasta gestión de la pandemia por parte de los defensores del capitalismo de uno u otro color, encarnado en el Gobierno y en la Junta de Castilla y León del Partido Popular, ha hecho que veamos la sanidad colapsar, a nuestros seres queridos enfermar e incluso morir. Hemos visto la crisis que desde hace tiempo se fraguaba estallar de forma brutal y hemos sufrido una serie de restricciones que afectaban exclusivamente a nuestro tiempo libre, demostrando de nuevo que en el capitalismo la esfera del trabajo es intocable. Hemos sufrido una campaña de criminalización hacia los jóvenes brutal, siendo el chivo expiatorio para no asumir que este sistema no permite tocar la producción lo más mínimo.
Finalmente, en Salamanca, Ander J. apunta que el consumo de ansiolíticos ha crecido en un 30%. Con una salud mental cada vez más deteriorada y una incapacidad para llevar una terapia continuada por la falta de recursos de la sanidad pública, la medicalización -a veces necesaria, pero casi siempre empleada de forma excesiva tratando de paliar esa falta de recursos- es una vía de escape rápida para mantener a la juventud produciendo y sosteniendo el sistema, lejos de ser una solución, es un parche y no es siquiera efectivo.
Animamos a los jóvenes que nos lean a dar un paso al frente, a no resignarse y no normalizar la ansiedad y la incertidumbre como lo propio de los años de juventud. Porque la gran victoria de la burguesía ha sido hacernos creer que lo normal es estar constantemente preocupado por tu futuro y que no podemos hacer nada al respecto.
Hacemos un llamamiento a la juventud a luchar de manera inmediata por una atención sanitaria integral para la clase obrera, unas condiciones laborales que nos permitan vivir con dignidad, pero sobre todo, a luchar contra la base de todos estos problemas: el sistema criminal en el que vivimos, el capitalismo.
Por una vida que disfrutemos vivir, en Castilla y León ¡elige lo necesario! ¡únete a la Juventud Comunista!