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Revista Juventud

Editorial Juventud! #6: “Bordar el cielo del mañana”

By 10/04/2025No Comments

En enero de 1985, cumpliendo con los acuerdos tomados en el Congreso de Unidad de los Comunistas celebrado un año antes, se fundaban los Colectivos de Jóvenes Comunistas con la intención de organizar a la juventud trabajadora bajo la bandera roja del comunismo y del internacionalismo proletario.

Con el triunfo del eurocomunismo en el seno del PCE y debido a sus políticas conciliadoras, comenzó un proceso de deterioro y fragmentación de la militancia comunista que salía y se alejaba de aquel partido. La unificación de estos sectores militantes en torno a un nuevo proyecto revolucionario infundió esperanza entre muchos comunistas, y el PCPE y los CJC tomaron un papel relevante en la lucha comunista de aquella década. Pero la unidad se construyó sobre consensos muy amplios, una ortodoxia ecléctica que carecía de precisión ideológica y, por tanto, sobre una falta de estrategia política clara y definida.

La caída de la URSS sacudió los cimientos del movimiento comunista mundial provocando grietas, derrumbes y colapsos en los partidos comunistas de todo el mundo. Los CJC, como parte activa del movimiento comunista internacional, no fueron ajenos a esta derrota y la falta de claridad político-ideológica pasó factura. Esta crisis sumió a la clase obrera revolucionaria en un largo periodo de confusión, retroceso y fragmentación que aún hoy en día sufrimos.
La derrota hizo frágil y fino el hilo que conectaba cada lucha e injusticia con un horizonte revolucionario, la derrota ocultó la posibilidad de tejer otro futuro y, así, ante la ausencia de otra alternativa, el cielo se alejó tanto que cada vez menos militantes soñaban con asaltarlo. Sin embargo, el tiempo acabó dando la razón a todos aquellos que mantuvieron alta la bandera roja en los tiempos más difíciles: el capitalismo, entonces y ahora, sigue siendo incapaz de resolver sus contradicciones, produciendo en su desarrollo pobreza, guerras y sufrimiento en un mundo donde la burguesía es más rica que nunca.

De poco sirve la razón si no se pone en marcha. Recuperar el comunismo como fuerza viva requería de un análisis autocrítico de las nociones mayoritarias en el movimiento comunista: la estrategia por etapas, la unidad político-ideológica formal, el frente de izquierdas como propuesta táctica y el rechazo a la organización sectorial fueron varias de las cuestiones que, a través de la práctica, el estudio y el debate, fueron superadas por los CJC y el PCTE, recuperando así la estrategia revolucionaria sin etapas, la importancia de un centro político unificado y la priorización de los centros de trabajo como base sobre la que organizar el Partido. La autocrítica honesta con nuestro pasado, su revisión y la elaboración de nuevas estrategias constatables en nuestra práctica militante permitió ganar confianza, influencia y volver a introducir lentamente el método de trabajo bolchevique en la organización.

Con esa misma intención, en motivo del cuarenta aniversario de nuestra organización, dedicamos este número del Juventud! a analizar algunos de los principales desafíos que el comunismo ha tenido que afrontar en las últimas décadas en nuestro país; a repasar el papel, la historia y la evolución de los CJC desde su fundación; a extraer lecciones sobre la intervención comunista en el movimiento obrero; y a estudiar, en definitiva, cómo los CJC fueron maniobrando ante las dificultades que la lucha de clases imponía en el camino revolucionario y cómo, hoy en día, continuamos, sobre aquellas enseñanzas, centrando todas nuestras fuerzas para garantizar el triunfo definitivo de la revolución socialista en nuestro país y en todo el mundo.