PNV y EH Bildu han firmado un pacto político de espaldas a la comunidad educativa vasca que supone otra vuelta de tuerca en la mercantilización de la educación. Euskadi es la comunidad autónoma con mayor presencia de empresas privadas de la educación, englobando éstas cerca del 50% del alumnado del territorio. Este pacto deja claro el carácter de clase de fuerzas políticas aparentemente incompatibles, pero que en el fondo gestionan en los mismos márgenes y para los mismos beneficiarios.
Si bien EH Bildu quiere presentar esta medida como una garantía de acceso igualitario a la educación, esto no es más que una garantía legal del mantenimiento, incluso crecimiento, de los beneficios de las empresas privadas que parasitan nuestro futuro.
Durante las últimas décadas Euskadi ha vivido un constante proceso de ampliación de la red privada de centros educativos, que paulatinamente ha colocado a las empresas de la educación en una posición de gran fuerza con capacidad de presión e influencia. Este proceso se ha dado en todos los niveles y ramas de la educación. El diseño educativo capitaneado por el PNV y apoyado directa e indirectamente por el resto de partidos se convierte en un modelo en el que solamente la red pública atiende a los entornos rurales y pueblos pequeños, por ser espacios donde la educación privada no encuentra nichos de mercado ni beneficio económico.
Si bien durante años se ha vendido que la educación privada subvencionada (eufemísticamente conocida como concertada), tenía la función de “llegar donde la pública no llegaba” vemos como se ha trabajado activamente para invertir esa relación. De los centros educativos de enseñanza obligatoria abiertos durante la última década, más de un 60% corresponden a centros privados subvencionados. Así mismo, la financiación del Gobierno Vasco hacia la educación pública ha evolucionado de forma inversamente proporcional a la presencia de la educación privada.
Esto se traduce en que la red de escuelas públicas asciende a cerca de 800 centros, abarcando zonas menos densamente pobladas de forma extensiva, con pequeños centros en todo lugar donde hay niños, niñas o jóvenes que requieren de educación. Como es lógico, las empresas privadas de la educación (Kristau Eskola, Ikastolen Elkartea, etc.) apenas se han interesado por ofrecer su servicio en estas áreas, ya que su principal objetivo es el lucro. En su búsqueda de beneficios económicos fáciles y garantizados por el Estado, las empresas privadas han abierto o ampliado múltiples centros en los entornos más densamente poblados. De esta manera, pese a contar con menos centros educativos respecto a la red pública, han conseguido absorber casi la mitad de los alumnos vascos. Esto ha provocado que en la mayoría de centros privados con financiación pública las ratios de alumnos por profesor sean superiores a los que encontramos en la pública. El motivo principal de este hecho es que para los centros privados el objetivo principal no es la calidad educativa y la formación integral de los niños y jóvenes, sino el atraer a la mayor cantidad posible de alumnos para así aumentar los beneficios provenientes de la financiación pública. Esta lógica a su vez se enlaza con las prácticas de segregación en base a la situación socio-económica de los alumnos, mediante las que los centros privados esquivan a los jóvenes de familias trabajadoras.
Desde GKK-CJC hacemos un llamado a toda la comunidad educativa vasca, especialmente a los estudiantes, para que se emprenda una hoja de ruta dirigida a la supresión total de las enseñanzas privadas en Euskadi y el resto de España. La educación en ningún caso podrá estar sujeta a lógicas mercantiles y de subcontrata, ya que esto solo redunda en más desigualdad. La pretendida intención de EH Bildu solo tiene como objetivo blindar a las Ikastolas como red educativa afín, dedicada a reproducir su ideología y a perpetuar la segregación clasista bajo pretextos idiomáticos. En este camino ha encontrado al PNV como perfecto aliado, quien es favorable al aumento de la mercantilización educativa en cualquiera de sus formas. Los estudiantes vascos no tenemos nada que ganar con esta medida dirigida a garantizar los beneficios de las empresas de la educación.
La socialdemocracia vasca nos plantea que, en el marco actual, donde la educación pública vasca está agonizando, la opción es financiar a la privada para que “elijamos libremente” el centro educativo que más nos guste. Nosotros reivindicamos que hay que elegir lo necesario: educación totalmente pública, gratuita y al servicio de la clase obrera.
Secretariado de GKK-CJC,
8-X-2021.