Este número 5 del Juventud! sale a la luz en un mes de octubre cargado de memoria. Hace noventa años la clase obrera española, guiada por el espíritu comunero de 1871 y el ímpetu bolchevique de 1917, se lanzaba en diversas zonas del territorio a la toma del poder y organizaba por primera vez en nuestro país el poder obrero.
Aquel Octubre del 34 marcaría a fuego a toda una generación de revolucionarios que no dudarían un solo segundo en tomar las armas cuando la amenaza fascista se cernió sobre el país dos años más tarde; una amenaza que acabó por imponerse y que, con el tiempo, intentaría arrastrar los hechos de Octubre a las profundas cavernas del olvido. Dedicamos, por tanto, este número a la memoria de una revolución casi olvidada en la historia de nuestro país, oculta bajo la sombra de la guerra que dos años más tarde devastaría España y la sometería a las terribles fauces del fascismo.
Pero para los comunistas el estudio de la historia no es mero ocio, sino aprendizaje; nuestra añoranza es una añoranza crítica; nuestra memoria es una memoria cargada de futuro; nuestra esperanza es una esperanza militante. Desde esta óptica, y solamente desde esta, es que abordamos el estudio de las experiencias revolucionarias de nuestra clase. Así, con la voluntad de extraer las valiosísimas lecciones que nos brinda la historia del movimiento obrero, los comunistas nos armamos con las herramientas del materialismo histórico y, sobre la base de la honesta crítica y autocrítica leninista, nos adentramos en las oscuras y pedregosas grutas de la historia de Octubre y recuperamos todo lo bello y valioso que nuestra clase nos legó en aquel heroico combate revolucionario.
Decía Lenin que la juventud comunista tiene que “aprender el comunismo”, esto es, no aprender solamente los aspectos teóricos del marxismo, sino también cómo organizar el movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual. Se trata, por tanto, de aprender de los métodos de lucha de aquellos que nos precedieron e incorporar todas las herramientas posibles a la lucha por el socialismo-comunismo; con esa voluntad elaboramos este número del Juventud!. El aprendizaje colectivo, la transmisión del conocimiento de una generación a otra, la reproducción de una cultura militante a lo largo de los años, el fortalecimiento de los vínculos que hacen de nuestra clase una clase consciente y revolucionaria: este es el único homenaje que podemos realizar a todos aquellos que nos precedieron, y tal es la forma en la que seguimos tejiendo el hilo rojo de la historia.